domingo, 29 de diciembre de 2013

Inconsciencia evolutiva social

El ser humano es un ser social, capaz de relacionarse en mayor o menor medida entre sí ya sea en grupos o por parejas.
Este proceso se ha ido desarrollando a lo largo de los años para mantener una mayor cohesión y estabilidad entre la especie y así tener mayores probabilidades de supervivencia ya que un único individuo no podría bastarse para poder sobrevivir por sí solo.
Pero lo más interesante viene dado por una serie de referencias instintivas que tiene todo ser humano (quizás también en mayor o menor medida) en la que una rápida respuesta ante un estímulo podría salvarnos la vida. Un ejemplo muy claro podría ser, pongamos, en un autobús lleno donde la gente tiene presencia de la gente de su al rededor. Para el autobusero en la siguiente parada para recoger a alguien que tendría que ir de pie en medio, y la gente lo mira distraída como avanza hacia el centro. De repente, el sujeto realiza un movimiento brusco con su mano derecha sacando lo que parece ser una pistola del bolsillo del abrigo y, la más mínima respuesta de pánico de una de sus susceptibles pasajeras al miedo la hace soltar un alarido que alerta a todo el autobús.
Bien pues, ese tiempo que tarda el ser humano en conjunto en reaccionar ante un peligro podría ser el principio de esa consciencia evolutiva social que considera más importante la posibilidad de ser socorrido ante un peligro en un grupo antes que pensar si quiera racionalmente que era quizás un simple peine.
Sin embargo, lo más interesante de la situación reside en principios de la física. En cómo puede estar conectada la alarma social que sería la chica de susto fácil, ya que, su compañera podía haber estado siguiendo la trayectoria del brazo del sospechoso, la del asiento trasero haber hecho contacto visual con el atractivo y narcisista pasajero que se peinaba el pelo engominado e incluso, quien no estaba viendo directamente la escena sentir a sus espaldas un brusco y amenazante movimiento que le habría hecho mirar por el rabillo del ojo antes de oír el grito de la insensata chiquilla que, para entonces, todo el autobús se había girado a esta -solo por si acaso- ya saben.
Puede parecer una escena típica de un relato de humor, si así lo creyera no estaría incluido en este blog. Pero para la próxima vez fíjense en cómo la gente mira, cómo saben que estás ahí sin saberlo, y cómo esquivan miradas de un lado para otro porque no podemos ver más allá de lo que hay pero sí saber si estamos conectados entre sí o no, y para mi es algo de lo más curioso sobretodo cuando hay sonrisas de por medio.

3 comentarios:

  1. Genial, me encanta que las personas observen, no sólo miren, sino, que también vean... Tu análisis es genial, ofrece una perspectiva y, aunque me gusta hacer también de observadora me encanta conocer las interpretaciones de aquellos que, como bien dices, pueden tener alguna conexión conmigo. Abrazucu apretadín desde Villa de Rayuela.

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  2. Gracias, pretendía hacer una introducción amena a la explicación que va a continuación :)

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